Cuidando el ruido que pueden ocasionar nuestras mascotas

perro-ladrando-acustica

Hoy por hoy, tener un animal o macota en casa es algo muy habitual. Desde peces y tortugas hasta gatos o perros, incluso se ven con más frecuencia mascotas poco habituales como cerdos, conejos, hurones o aves exóticas. Cada uno con unas ventajas e inconvenientes. La principal ventaja común a todos ellos es la de hacernos compañía.

Sin embargo, existe un inconveniente que no se suele tener en cuenta antes de integrar un nuevo miembro en la familia. Algo que puede convertirse en un gran problema sobre todo si nos alojamos en un piso con vecinos. Hablamos del ruido.

A la hora de tener en casa ciertos animales hemos de tener en cuenta que pueden generar ruido y por ello pueden ocasionar molestias a vecinos. El ruido no molesta por igual a todas las personas y depende mucho de la hora del día en la que lo percibamos y la actividad cotidiana que estemos realizando en ese momento. Lógicamente en horas nocturnas y momentos de descanso, la percepción del ruido es mucho mayor y mucho más molesta que a cualquier otra hora del día.

Ordenanzas de protección de ruidos por los animales domésticos

Ya son muchas las ordenanzas de protección contra la contaminación acústica que regulan los ruidos producidos por los animales domésticos.

Por ejemplo en Madrid, su ordenanza dicta:

Artículo 48.- Animales domésticos

 Los propietarios o tenedores de animales domésticos deberán adoptar las medidas necesarias para evitar que estos produzcan ruidos que ocasionen molestias al vecindario perturbando la convivencia.

El ayuntamiento de Alicante:

Artículo 22. Los poseedores de animales domésticos están obligados a adoptar las medidas necesarias para impedir que la tranquilidad de sus vecinos resulte alterada c por el comportamiento ruidoso de aquellos, sin que su número pueda servir de excusa

O la Ordenanza de Valencia en su artículo 13:

Los responsables de animales domésticos, de compañía y de granja (donde esté permitida su tenencia), deberán adoptar las medidas necesarias para evitar que los ruidos producidos por estos no ocasionen molestias a los vecinos.

Sistemas de medición de ruidos

Empresas especializadas en la materia como Teleacustik Ingenieros, han efectuado mediciones acústicas y han contrastado que un perro es capaz de producir niveles de hasta 90 dBA cuando ladra. Y por tanto si está dentro de una vivienda puede llegar a transmitir a otra colindante niveles de hasta 45 dBA en el interior de la misma, lo cual incumpliría las diferentes ordenanzas y leyes a nivel nacional de protección contra el ruido tanto para el horario diurno como nocturno.

Debemos evitar por tanto que se produzcan dichas molestias. Para ello evitaremos que emitan ningún tipo de sonido en horas de descanso, especialmente a partir de las 22:00 de la noche. Se deberá evitar dejar animales en patios de luces, balcones, etc que puedan hacer ruidos y molestar a un gran número de personas que vivan cerca, etc. La educación de la mascota es vital, pero para ello también es imprescindible una buena concienciación de su amo, quien deberá educarlo desde la edad temprana del animal, para que en un futuro no se convierta en un problema difícil de solucionar.