Sin duda una de las razas más comunes que se presenta en la mayoría de los hogares del mundo entero es la llamada “gato común europeo”. Sus orígenes se remontan en especies provenientes de África (el Felix líbyca y el Felix chaus) y Asia. Los antiguos romanos, consideraban esta raza, como la ideal para compañía. Luego con el tiempo, los conquistadores llevarían al felino a nuevas tierras, dando origen al gato europeo de pelo corto y al gato americano de pelo corto.
En cuanto a las características de la raza, se puede hablar de un animal de tamaño medio de entre tres y cinco quilos. La cabeza es de forma rectangular y posee una depresión muy característica a la altura de los ojos. Estos últimos, generalmente se presentan amarillos, grandes y redondeados.
Poseen un pelaje que puede variar entre el negro atigrado, el blanco y el amarillo y naranja.
Los gatos atigrados (rayas oscuras y color pardo) son los llamados gatos romanos y los hay de diferentes tipos como el gato romano tabby el cual posee tres rayas oscuras en el dorso y en los costados presenta un patrón con un tono anaranjado.
Por supuesto, también existen gatos de un solo color, ya sea blanco, negro, anaranjados o rojizos. También encontramos las mezclas como bicolores o tricolores, dados por rayas o manchas. Los gatos tri y cuatricolores son especies de gato romano muy poco frecuentes y los casos existentes son generalmente hembras, y si fuesen machos la mayoría son esteriles razón por la cual casi ni existen en el mundo.
En cuanto a su forma de comportarse el “gato común europeo” posee una increíble capacidad para adaptarse a las circunstancias. Es buen cazador (en especial los ratones del hogar), además de ser fieles a sus dueños.
La edad del “gato común europeo”, suele vivir de entre los 13 a los 15 años hombre, y a partir de los primeros 19 meses ya se considera edad adulta.