Razones para escoger al gato

Son muy populares las razones que tienen los que prefieren los perros sobre los gatos, como por ejemplo la menor probabilidad de provocar alergias, un más fácil adiestramiento, sueltan menos pelos y son ideales para salir más y hacer vida social. Pero hoy os daremos algunos motivos para preferir al gato como una mascota ideal.

1. Roban menos tiempo: Al gato no hay que sacarlo a pasear cada equis horas para hacer ejercicio y sus necesidades, algo obligatorio con un perro. Además, los gatos ensucian menos no sólo porque acuden al arenero ellos solitos, sino porque, además, por instinto cubren sus necesidades para que no huela mal.

2. Necesitan pocos cuidados: En general, un gato precisa menos atenciones que un perro. Por ejemplo, no sólo os libráis de sacarlo a pasear, también hay que bañarlo menos, incluso no es necesario hacerlo para mantenerlo limpio. Además, su alimentación va en relación con su tamaño, por lo que puede ser menos costosa que la de un perro grande.

 

3. Buenos con niños y ancianos y cariñosos: Un falso mito atribuye al gato un carácter arisco e independiente, cuando en realidad se trata de animales de espíritu libre que, tratados con amor se muestran fieles y amorosos, tan leales como un perro. Ellos tienen un idioma propio para demostrar ternura, y no son problemáticos cariñosos con ancianos y niños. Por ejemplo, te acarician con su cuerpo como muestra de cariño, mientras los perros suelen lamer.

4. Silenciosos y tranquilos, pero no aburridos: Un gato hace reír y disfrutar de la vida en su compañía, es tierno cuando ronronea y abrazarlo relaja, ahuyentando las grandes y pequeñas preocupaciones. Además, igual pasean silenciosos por la casa que pasan buenos ratos ellos solos, entreteniéndose con cualquier cosita. Son unos grandes dormilones y también saben jugar entre ellos o con nosotros.

5. Necesitan menos espacio: Para un piso o pequeño apartamento mejor gato que perro, por una simple cuestión de espacio que se nota a la hora de moverse el animal y de moverse el resto de los habitantes de la casa. A la hora de las urgencias para salir a la calle, de los ladridos a media noche, de los destrozos de objetos de decoración…