El pez Molly en cualquier acuario

El pez Molly

Uno de los peces más fáciles de cuidar y mantener en nuestro acuario son los Molly. Estos peces pertenecen a la familia de los Guppys, por lo que más o menos podemos intuir su comportamiento.

Los Molly son peces omnívoros y proceden de aguas salobres, por lo que si añadimos una cucharadita de sal a nuestro acuario por cada 10 litros. Necesitan un acuario de bastantes litros para poder nadar ya que pueden estresarse si no tienen espacio suficiente.

Esta variedad de pez es muy sociable, por lo que podrá convivir perfectamente con otros peces que no tengan problemas de hábitat o compartiendo acuario, como los Betta. Su reproducción es bastante sencilla, por lo que si mantenemos el acuario limpio a una temperatura de entre 24ºC y 28ºC seguro conseguiremos que se reproduzcan. Su reproducción es vivípara, los huevos eclosionan dentro de la madre, lo que aumenta la tasa de supervivencia en un acuario.

Black Molly

Deben haber tres hembras por cada macho. Esto es porque el macho siempre intentará reproducirse y, si sólo hay una hembra, puede acabar estresándola y morir. También conviene tener plantas donde puedan esconderse las crías de los demás peces. Una paridera irá perfecta para que pueda tener a todos sus alevines sin riesgo de que los maten.

Si nos decidimos a introducir este pez en nuestro acuario, deberemos saber que hay principalmente tres tipos en los comercios:

• Black molly: es el más común. Suele medir entre 6 y 10 cm y ser de color negro.

• Molly de aleta gigante: su aleta dorsal está muy desarrollada, de ahí su nombre. Tiene forma redonda y miden entre 10 y 12 cm. Hay variedad de colores.

• Molly de vela: su principal característica es su aleta dorsal, mucho más desarrollada que el back molly y el molly de aleta gigante y puede llegar a alcanzar los 18 cm.