El Bull terrier es un perro que destaca a simple vista por su contextura menuda y retacona. Esto se debe a que sus orígenes se remontan a la Inglaterra del siglo XVII cuando era utilizado como perro de lucha. Fue a finales del siglo diecinueve cuando la raza, luego de varias cruzas quedo definida en blanco puro (el mas común) y algunos ejemplares de colores. Para poder describir a este animal es necesario hacer una clara alusión a su contextura física, ya que esta se presenta como fuerte, musculosa y atlética, resalta la fibra de sus músculos por doquier. Es un perro mucho mas ancho que alto y posee, a pesar de su gran musculatura, una armonía inigualable.
Pero sin lugar a dudas lo que mas caracteriza a esta raza, es su cabeza. Posee forma alargada y curvada hacia adelante, con dos pequeños ojos oscuros que le dan una belleza bastante particular. Posee una poderosa mandíbula (debido a esa forma ovoide del cráneo) y las orejas son cortas y se encuentran muy juntas.
Las patas delanteras son redondeadas y cortas, pero contundentes de gran masa. Las traseras van colocadas en paralelo y aunque la gente no lo crea le valen a este animal para correr a grandes velocidades.
El Bull Terrier es un perro muy fiel y juguetón, ya que posee una gran energía. Lo mas importante es mantener esa energía canalizada de algún modo, de manera tal que si se tienen en un edificio, habrá que sacarlo a pasear varias veces a la semana. Lo importante para esta raza es el continuo contacto con la familia, pero hay que tener cuidado si se tiene con otro perros, ya que es una raza fuerte dominante frente a otros canes. El Bull Terrier es para tenerlo en lugares de amplitud media, ya que necesitan estar en contacto permanente con la familia.